Recientemente he asistido a un concierto de Góspel en el Ateneo Barcelonés que he disfrutado muchísimo. Me gusta este género musical y estaba expectante por escuchar a dos norte americanos, y tenía mucha curiosidad por ver lo que nos iban a ofrecer. Se trata de dos artistas de reconocida fama en el mundo de la música Soul, del Jazz y del Góspel y también en el mundo del cine que se llaman: Cyrus Chesnut, pianista y Gisele Jackson, solista.
El estilo que nos mostraron en este concierto fue el Góspel de los espirituales negros que se trata de una de las primeras expresiones del Góspel que surgió y que tomó forma a partir que los esclavos negros que eran comprados en África llegaban a América a servir a los grandes señores y mientras trabajaban empezaron a cantar, posiblemente para olvidarse de la dura situación que estaban viviendo al ser propiedad de un señor que les hacía trabajar de sol a sol en sus plantaciones y cantando soñaban con una manera de vivir mejor.
Estos esclavos se evadían de su condición yendo a los oficios de las iglesias de la época y se consolaban rezando a Dios y clamando para tener una mejor vida; es por ello que todas sus canciones siempre incluían dos temas: la libertad y la espiritualidad.
El concierto me gustó porque interpretaban su repertorio con mucha fuerza y convicción la cual contagiaba al público ya que podíamos sentir como interpretaban a la perfección la fuerza del amor que les salía del corazón y la determinación para luchar y conseguir tener una mejor vida de las personas no libres y esta fuerza me llegó muchísimo; estaba emocionada y podía sentir como mi corazón se iba abriendo cada vez más.
Para mi el contenido de este concierto y la magistral interpretación de los dos artistas fue como una metáfora de mi vida en la que día a día voy consolidando mi libertad interior con el fin de ser cada vez más auténtica con lo que digo, hago y pienso y también para ir evolucionando a nivel espiritual a partir del ensayo y error, desvinculándolo de cualquier religión o dogma y buscándola dentro de mi corazón. A medida que voy consiguiendo estar más y más conectada conmigo misma a través del silencio, poco a poco voy descubriendo los grandes tesoros que tengo dentro mío que hacen que sea mejor persona y, de esta manera, puedo compartir mi estado con las personas de mi entorno.
Durante el concierto se consiguió crear una vibración alta entre el público y los intérpretes y se podía sentir en el ambiente esta armonía y unión entre todos. Finalmente, la cantante Giselle comentó que en este concierto le faltaba el coro que es un elemento fundamental en los conciertos de Góspel y nos propuso al público que actuáramos como coro y así lo hicimos; ella nos deletreó una canción que la cantábamos con ella tan bien como podíamos y en algunas partes de la melodía conseguíamos esta unión entre la música, el coro y la solista.
Estoy muy agradecida por esta experiencia que para mi estuvo llena de alegría, amor y aprendizajes.
20 de agosto de 2025
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