Una sonrisa benéfica es la expresión del ser humano más sencilla, eficaz, auténtica, bondadosa y sincera, ya que está llena de afecto, aceptación e interés profundo por la otra persona; es entonces cuando le transmitimos a la persona una energía muy positiva que va más allá de las palabras y le hace mucho bien. Cuando sonreímos nuestros ojos juegan también un gran papel ya que ayudan a comunicar lo que queremos al otro, ya que expresan el sentir de la parte más profunda de nuestro ser; hay un dicho popular que dice: “los ojos son el espejo del alma”
Los enfermos de Alzheimer y otras demencias, a medida que avanza la enfermedad, cada vez sienten y se comportan más como niños y, en general, se convierten en persones inocentes y puros, ya que no se guían por la mente sino por el corazón; es por esta razón que son capaces de percibir con nitidez si la sonrisa que una persona le ofrece es auténtica, sincera y afectuosa; al igual que sucede con los niños a los que no se les puede engañar.
Recuerdo cuando mi madre, enferma de Alzheimer, estaba en la residencia, tenía una compañera que padecía la misma enfermedad y no quería hablar con nadie, ni con las cuidadoras ni con sus familiares: siempre estaba seria y con la cabeza baja; un día su mirada se cruzó con la mía y le sonreí, me sorprendió ver que inmediatamente ella me sonrió con una expresión de alegría y de gran apertura; estaba radiante, muy contenta y feliz. Desde aquel momento cuando me veía, salía de su mundo y las dos sonreíamos muy abiertamente; yo no le hablaba porque entendía que ella no quería dialogar, ni conmigo ni con nadie, pero le encantaba comunicarse a través de la sonrisa y yo estaba muy contenta y de relacionarme con ella de esta manera porque sentía que le hacía bien a ella y también a mí. Conseguimos tener un dialogo no verbal a través de nuestras sonrisas, que estaba lleno de energía y buenas vibraciones.
Charles Chaplin dijo en una ocasión: “una sonrisa significa mucho. Enriquece a quien la recibe, sin empobrecer a quien lo ofrece. Dura un segundo pero su recuerdo, a veces, nunca se borra”.
En aquella época, la relación que tenía con mi madre, enferma de Alzheimer, era muy afectuosa. Recuerdo especialmente, una vez que fui a visitarla y, como hacía cada día, le sonreí abiertamente y la abracé, y ella me dijo con una sonrisa de oreja a oreja “¿quién eres? ¿eres aquella que me quiere mucho?”, yo me emocioné y le respondí: “si”; ella no me sabía quién era, pero le llegó mi amor a través de mi sonrisa.
A veces hay persones que no sonríen abiertamente, pero tienen un rostro relajado, sereno y acogedor que cuando las miramos sentimos mucha paz y bienestar; eso pasa porqué la mirada de esta persona se encuentra con la nuestra desde una sonrisa interior, que surge de su corazón y está llena de benevolencia y amor, y de esta manera podemos recibir esta vibración tan benefactora, y si entonces le expresamos una sonrisa, su cara puede que se ilumine todavía más y a menudo acabamos sonriendo ambas. Otras veces la persona nos transmite esta elevada vibración explicándonos alguna cosa, sea un concepto intelectual o alguna cosa más mundana y nos sentimos atraídos por esta persona qué nos comunica su estado interno, en este caso se trata de una sonrisa desde la mente que ha sido tamizada pasándola por el corazón.
A mí, me cuesta muy poco sonreír a los niños y a los adultos porque, en general, estoy contenta y algunas veces voy por la calle y, sin ser muy consciente, mi rostro expresa una ligera sonrisa y sorprendentemente algunas personas con las que me cruzo me la devuelven dibujando una sonrisa abierta en su rostro, es entonces cuando se la devuelvo todavía de manera más expresiva, es muy agradable; puedo sentir con su expresión que esta comunicación nos ha hecho bien a ambas.
Maya Angelou dijo: “hoy regala a una persona extraña uno de tus sonrisas, podría ser
el único sol que ve durante el día”.
También hay personas que siempre sonríen, pero no comunican nada porque su sonrisa es superficial, esto pasa a menudo en este mundo en el cual vivimos, sea en los trabajos, entre los grupos relacionales: grupos de trabajo, de algún tipo de amigos, de algunas familias y centros donde hay personas enfermas, ya que se relacionan con la otra persona para quedar bien y seguramente quieren que se les reconozca; intentan demostrar un interés o un afecto que no es cierto y que a la persona a quien lo dirigen no le llega y más bien le incomoda. Esta no es el tipo de sonrisa que no quiero reivindicar porque es enfermiza y no ayuda a mejorar el estado de las persones que la reciben.
Quiero acabar diciendo que una sonrisa sincera y radiante es un gran regalo para todos y en especial para los enfermos de Alzheimer u otras demencias, porque ellos, al ser como niños, captan con mucha nitidez y autenticidad el amor del mensaje que les estamos dando, lo cual hace que su corazón esté gratificado y sean más felices.
Bob Marley dijo: “Deja que tu sonrisa cambie el mundo, pero nunca dejes que el mundo cambie tu sonrisa”.
20 de marzo de 2023